En un contexto en el que gran parte de las empresas todavía no se habían recuperado de los estragos de la crisis por el Covid-19, no han dejado de aparecer más frentes abiertos amenazando su viabilidad y flujo de caja. Por un lado, está el conflicto entre Rusia y Ucrania, que ha traído consigo sus consecuencias, por otro el aumento del precio de materias primas y de la luz, que ya arrastramos desde 2021 y que ha ido empeorando y finalmente el aumento de la inflación provocado por esa subida de materias primas. Según recoge la nueva edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum, la inflación está limitando el crecimiento del 55% de las empresas españolas.
Este mismo informe también destaca que 5 de cada 10 compañías reconocen que no cuentan con la capacidad necesaria para gestionar el impacto de la subida tan significativa de precios en su negocio. 6 de cada 10 empresas españolas admiten que, debido a la inflación, cada vez les resulta más complicado pagar a sus proveedores, y el 58% de las entidades está siendo más cautelosa con sus planes de gasto y endeudamiento por la subida de los tipos de interés.
Uno de los motivos por los que existen estas dificultades en las empresas europeas se debe, según el estudio de Intrum, a que el 51% de los encuestados no cuenta con la experiencia ni la capacidad de adaptación y/o anticipación necesaria para gestionar correctamente los problemas. Dar el paso para asesorarse por profesionales puede marcar la diferencia entre lograr una excelencia operativa o no lograrla.
La excelencia en las operaciones es la clave para tener una ventaja competitiva en muchos mercados. Disponer de un buen nivel de servicio, calidad y a unos costes ajustados depende de la eficiencia y la eficacia de las operaciones. En DOT Consulting nuestro principal objetivo es apoyar a nuestros clientes para que alcancen la excelencia operativa a lo largo de toda la cadena de valor: desde el momento de diseñar el producto o servicio a la producción, la logística, el mantenimiento, las ventas y la atención al cliente, la administración y los servicios corporativos. Para nosotros es muy importante conseguir que los clientes mejoren la agilidad y la eficiencia en cada fase de la cadena de valor para seguir siendo competitivos, a la vez que reducen o reestructuran sus costes.
Empezábamos este artículo hablando de la complejidad del contexto en que vivimos, donde por diversos factores el precio de las materias primas y de la energía han subido. Eso ha tenido un gran impacto en las organizaciones, quienes se han visto obligadas a incrementar los precios de sus productos y sienten que la situación es como un pez que se muerde la cola: si los precios aumentan para los consumidores, estos estarán menos dispuestos a consumir y eso llevará a las empresas a no poder cubrir los gastos que genera su producto, que ya de por sí son más elevados.
En DOT Consulting ayudamos a identificar los costes reales de los productos y servicios de nuestros clientes y determinamos potenciales ahorros con el objetivo de diseñar e implementar un plan de acción que permita una reducción sostenible en su estructura de costes; desde la digitalización de tareas mediante soluciones innovadoras 4.0, a eliminar actividades que no aportan valor o que duplican las tareas o crear procesos LEAN eliminando etapas del proceso que no aportan valor al cliente o al producto, entre otras acciones.
Para nosotros, lo más importante para reducir el nivel de costes operativos de manera sostenible, es realizar un adecuado análisis transversal con el objetivo de determinar el peso e impacto de cada una de las partidas que componen los procesos productivos. Una vez se tiene conocimiento de la estructura de costes del producto o servicio, debe definirse un plan de acción que permita los ajustes de costes necesarios. El plan para la reestructuración de costes debe proyectarse a corto, medio o largo plazo en función de los potenciales impactos y la factibilidad de las acciones. Al mismo tiempo, es imprescindible establecer mecanismos de control que proporcionen visibilidad sobre los incumplimientos y disconformidades. De esta manera será más sencillo controlar las desviaciones respecto a los estándares.
Dedicar tiempo a ello, a largo plazo, garantizará a la empresa tener el control de sus gastos y reducirá riesgos, ya que se estará plenamente consciente de los gastos y los costs que implica la gestión de la empresa, disminuirá los gastos porque se conocerá donde se desperdician recursos y aumentará la rentabilidad. Los efectos se observarán en la rentabilidad final y si a todo eso se le suma el invertir en tecnología para innovar y lograr satisfacer las demandas de un mundo cada vez más competitivo, se estará invirtiendo en el crecimiento y la optimización del tiempo de la empresa.