Cuando hablamos de organización empresarial, debemos tener en cuenta que las organizaciones han de tener una estructura previamente definida, siempre alineada con la actividad de la empresa y la consecución de los objetivos establecidos de forma eficiente y efectiva. Además, organizar de forma correcta la compañía ayuda a mejorar la comunicación entre los distintos empleados, optimizar los recursos y en la mayoría de los casos disminuye los costes. Es por ello por lo que, antes de poner en marcha la empresa o ante cambios relevantes en la actividad de esta, debemos tener una estructura claramente definida.
¿Qué es la organización empresarial?
Ahora que ya sabemos que las empresas deben tener una definición clara de su organización, podemos afirmar que la organización empresarial consiste en ordenar de forma eficiente los recursos de la compañía. Para representar la organización definida, las empresas se apoyan en representaciones gráficas llamadas organigrama. Debemos tener en cuenta que esta representación no solamente es una estructura plasmada en papel, sino que representa el ADN de cada departamento, sección o nivel de la compañía.
Además, si lo que se desea es modificar la estructura organizativa de la compañía, debemos ser capaces de adaptar los recursos disponibles a las nuevas necesidades, es decir, no debemos crear un nuevo organigrama desde 0, sino que debemos diseñar la estructura ideal en función de los equipos disponibles. Es muy importante también, que la intervención sea “integral”. Muchas empresas creen que con solo modificar el organigrama se van a solucionar los problemas y se producirá una mejora de la eficiencia cuando no es así. La creación o modificación del organigrama debe ir ligada a la definición de funciones, roles y responsabilidades de cada persona, el grado de interacción entre los diferentes players, los métodos de comunicación de cada uno de los puntos críticos de comunicación entre los equipos o los indicadores que se van a utilizar.
Si bien cada empresa posee unas características determinadas, existen atributos similares a la hora de establecer las organizaciones empresariales de forma óptima:
Otro aspecto clave a la hora de gestionar la organización empresarial, recae en el papel que juega la dirección de la empresa. Debemos tener en cuenta que dirigir supone tener la capacidad de tomar decisiones para lograr los fines determinados. La dirección de la empresa debe ser capaz de planificar, organizar, gestionar y controlar todas las actividades que suceden dentro de la compañía. Además, profundizando en el contexto actual, las empresas ya no buscan jefes tradicionales que ejerzan como voz de mando, sino que reclaman de líderes que valoren el trabajo de los empleados, sean capaces de guiar a los equipos para alcanzar los objetivos establecidos (optimizando al máximo el potencial de los trabajadores) y sean capaces de retener el talento en la compañía. Por lo tanto, hay que tener muy presente el concepto de liderazgo a la hora de definir la organización empresarial.
Clasificación de las organizaciones empresariales
A la hora de definir una nueva estructura organizativa se han de tener en cuenta diversos aspectos como los tipos de organizaciones y su clasificación en función de diversos atributos o parámetros de observación. A continuación, vamos a ver las más importantes:
A. Según el sector económico
B. Según el tamaño de la organización
C. Según el origen del capital
Importancia detrás de la organización empresarial
Teniendo claros todos los aspectos definidos anteriormente, podemos ver cómo la correcta gestión de la organización empresarial aporta múltiples beneficios para las organizaciones. A continuación, se muestran los más relevantes:
Actualmente muchas empresas han puesto el foco en la evaluación de sus trabajadores como uno de los aspectos más importantes a la hora de organizar las compañías. Es por ello por lo que cada vez es más común que se realicen evaluaciones por competencias dentro de las empresas. Esto permite tener una visión más integral de las fortalezas de los trabajadores, así como la identificación de áreas de mejora. Evaluar las competencias laborales es un proceso indispensable para el crecimiento de una organización y para el desarrollo profesional de los implicados.
En definitiva, la organización empresarial tiene una gran parte de trabajo previo para que un negocio vaya por el buen camino y, por lo tanto, hay que entender que la organización empresarial debe ser una prioridad a la hora de estructurar cualquier tipo de negocio, ya que permite establecer todo lo necesario para alcanzar los objetivos establecidos de la forma más eficiente posible. Además, con definir un organigrama no basta, la organización empresarial funciona únicamente si se trabajan todos los aspectos mencionados anteriormente (funciones y responsabilidades, interacciones y reuniones entre equipos, que indicadores se van a medir y cada cuanto, etc.).
Ahora es el momento de que empiece a planificar y organizar sus recursos en función de los objetivos que desee alcanzar. Para ello, si lo desea, puede contactar con nosotros y le acompañaremos en todo el proceso de cambio necesario para organizar de forma más eficiente y efectiva su compañía.